Lo primero que hago al levantarme cada día es ver lo que he ganado el día anterior.
Y cuando algún día he ganado poco me digo a mi mismo “aggg, que día más malo fue ayer”
Supongo que es humano pero es un error.
Los beneficios generados ayer no son por las tareas hechas ayer, son la consecuencia del trabajo realizado 4 o 5 meses atrás.
Es muy difícil mentalmente no asociar las tareas realizadas ayer con el beneficio obtenido ayer pero es necesario si quieres que te vaya bien.
Cuando te dedicas a internet tu estado de ánimo es una montaña rusa. En un mismo día pasas por estados de ánimo muy diferentes.
No es de extrañar que en el mismo día pienses:
“Soy un crack y soy imparable”
“Ufff como esto siga así ya puedo empezar a buscar un trabajo de verdad”
“Lo estoy haciendo bien”
“¿Que narices he hecho en todo el día?”
Todos esos pensamientos los puede tener una misma persona en el mismo día aunque te parezca mentira.
Cuando trabajar para otro, o tu trabajo es un trabajo convencional tienes que ir a una oficina o tu lugar de trabajo. Si alguien llama a la puerta o por teléfono le atiendes. Se te espera en un lugar y allí estás.
¿Sabéis que pasa si yo no me levanto hoy de la cama? Nada, absolutamente nada.
Esto puede parecer una gran ventaja, una libertad increíble y es cierto … pero sólo a medias.
Lo que pasa si hoy no me levanto de la cama es que dentro de 4 ó 5 meses lo voy a pasar mal ya que mis resultados de lo que haga hoy no se van a notar hoy.
Los resultados de mi trabajo de hoy los veremos dentro de unos meses.
Y esto es muy peligroso.
He visto como personas de un talento increíble para el Marketing Online no son capaces de hacer dinero de manera consistente.
¿Por qué fallan? Porque cuando empiezan a ganar dinero dejan de hacer lo que les ha llevado ahí. Y como al día siguiente ( y los sucesivos) sus ganancias siguen llegando dejan de esforzarse.
Cuando sus ganancias empiezan a bajar ya es tarde, están a varios meses de trabajo para volver a generarlo.
Y es como volver a empezar de cero.
¿Cuál es el mayor reto al que nos enfrentamos?
No medir cada día por los beneficios generados sino por el trabajo bien hecho.
He de reconocer que es complicado y es la parte de este trabajo que más me cuesta.
Cuando he tenido un día malo me digo:
El día ha sido malo pero ¿Hoy he hecho lo tenía que hacer? ¿Ha sido malo porque en el pasado no he hecho lo qué tenía que hacer?
Y si la respuesta es que he hecho lo que tenía que hacer, tengo que seguir mi camino sin preocuparme.
¿Me resulta fácil? Tremendamente difícil.
Cuando algo no sale como uno quiere piensa que de algún u otro modo es culpa nuestra, pero no siempre es así.
Hacer lo que uno tiene que hacer no te libra de problemas ni de fracasos
Cuando uno hace lo que tiene que hacer de forma consistente desequilibra la balanza y las cosas buenas son más que las cosas malas.
Pero amigo, no hace desaparecer a las cosas malas.
Si quieres triunfar tienes que convivir con las “cosas malas” y hacer muchas cosas buenas para que la balanza juegue a tu favor.
También pasa al revés. Hay días que salen increíblemente bien y no son consecuencia del buen trabajo realizado hoy.
Estos días son mucho más peligrosos. Porque si conseguimos grandes resultados sin levantarnos de la cama pensamos:
Esto es un chollo, esto ya funciona sin hacer nada, lo he conseguido.
Sin darnos cuenta que los resultados de hoy son el trabajo de hace meses y si dejamos de esforzarnos volveremos a quedarnos sin buenos resultados.
Cuando trabajamos para otros sabemos que cuando pasa el mes de trabajo nos van a pagar.
Cuando emprendes, ¿sabes que pasa? Que acaba el mes y nadie te paga, simplemente empieza otro mes.
Esto es tremendamente duro al principio.
Te esfuerzas con todo el alma, trabajas duro y cuando acaba el mes lo más seguro es que no hayas ganado nada. Y lo peor de todo, empieza otro mes, pones los contadores a cero y no siempre se tienen las ganas de volver a esforzarse.
Por eso este trabajo es difícil y no todo el mundo lo consigue. No es una cuestión de talento, es una cuestión de perseverancia.
Tienes que creer en lo que estás haciendo.
Hicieron un estudio a niños en los que les dijeron:
Si no te comes esta golosina en 15 minutos te daré 2.
¿Sabéis que pasó?
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Dos de cada tres niños se comieron la golosina.
Lo curioso es que el 100% de los niños que no se la comieron, cuando se hicieron mayores triunfaron.
Una de las mayores factores del éxito es saber posponer la gratificación
¿Te esperas 15 minutos o te comes la golosina?
Merece la pena ;)
Cuanta razón Óscar! nos hemos sentido muy identificados, y nos hemos reído con las frases. Este tipo de trabajo como tu dices son de sembrar y sembrar, pero no plantas tomate que sabes que tienes una alta probabilidad de saber cuanto y cuando vas a recoge, es «incertidumbre» aunque la parte buena, es que quien aporta valor, trabaja de forma consistente en el tiempo (no se sabe cuando, jeje) recogerá beneficios. Me encantan estos post más «personales»
Mil gracias y un abrazo
Hola David,
Buen resumen ;)
Vivir en primera mano este tipo de via es una aventura maravillosa pero muchas veces se pasa por alto todo lo que hay detrás de «vivir de internet» ;)
Me encanta saber que te gusta este tipo de contenido, mi intención es hacerlo de forma regular.
Un abrazo y a seguir sembrando!!!
Óscar